
Lola dijo una vez de ella misma que se sentía un poco extraterrestre, supongo que era una manera de definir su excepcionalidad de la que obviamente ella sería consciente. Lola hablaba también con gran naturalidad del más allá y llegó a decir que cuando murió Manolo Caracol, con el que había compartido una tormentosa historia de amor, sentía como tiraba de su brazo para que se reuniera con él. Yo soy bastante escéptica ante los temas sobrenaturales pero a Lola la creo a pies juntillas.
Bailaba muy bien, cantaba estupendamente pero a pesar de eso en el New York Times, la crítica de su espectáculo decía "No canta, no baila, no se la pierda" y efectivamente puedo entender la intención última de ese periodista, no es que Lola no cantara ni bailara, es que había algo tan grande en ella que trascendía absolutamente sus habilidades como cantante y bailarina.
Era una apasionada del neorrealismo italiano, (una de sus películas favoritas era Bellisima de Luchino Visconti) y soñó con haber sido una Anna Magnani española pero desgraciadamente ningún director de la época quiso o pudo desencasillarla de los vehículos folclóricos y sin duda nos perdimos una presencia magnética y llena de verdad.
En fin, Lola desde que era pequeña y te veía por la tele con mi abuela mientras ella repetía: ¡parece una reina! me has fascinado por eso ahora os dejo dos enlaces.
El primero es la inconmesurable interpretación de Lola en la película Morena clara, cantando la sublime y sadomasoquista (atentos a la letra) canción Te lo juro yo, la nota de humor surrealista la pone un perplejo Fernando Fernán Gómez, abrumado ante tanta pasión flamenca de su amada.
En el segundo una Lola ya madura, no canta, sólo baila y mira en la película de Carlos Saura, Sevillanas.
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