
No soy especialmente aficionada al mundo de la moda y aunque reconozco su
poder de fascinación a mí siempre me ha resultado un poco indiferente o más
bien lejano, sin embargo me he topado con unas declaraciones del diseñador
norteamericano Michael Kors que me han llamado la atención: "Si un
diseñador no sabe vestir a una mujer con cuerpo de mujer, quizá debería
dedicarse a diseñar edificios y no ropa". Michael Kors es famoso por haber
sabido vestir con elegancia las generosísimas redondeces de la actriz y cantante Jennifer Hudson y
por haber sacado partido de la figura hombruna de Michelle Obama y según
declara en esa misma entrevista, "los diseñadores tienen miedo de mostrar
la realidad y sólo diseñan locuras para las cuales necesitan que desfilen
gigantes sin formas". O sea que este horripilante movimiento "Pesar
menos de 30 kilos es súper guay" al que no sólo se han sumado las modelos
sino también actrices otrora saludables como Audrey Tautou o Elena Anaya
e incluso alguna que era hasta voluptuosa como Catherine Zeta Jones, tiene su
origen en el alejamiento de la realidad y la desidia de Karl Lagerfeld y
algunos de sus colegas. Es curioso porque de los guionistas del Neorrealismo se
decía que sus historias habían empeorado desde que ya no cogían el autobús y
tenían chófer personal, (y yo añado que las de Almodóvar también) y es que los artistas no deberían olvidar que no hay nada más inspirador que la propia vida.
Últimamente ha habido un tímido resurgir de las curvas en la figura de la
deliciosa protagonista de Mad Men, Christina Hendricks y digo tímido porque la
exhuberancia de la actriz está justificada ya que interpreta a una mujer
de los años 60. Pues bien resulta que el cuerpo de esta chica tiene en los
selectos ambientes de la moda la rídicula denominación XL trendy. ¡Christina
Hendricks (de la que adjunto una foto) es considerada XL por estos gurús del buen
gusto! En fin, pa mear y no echar gota, que dirían nuestros chanantes.
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