lunes, 31 de marzo de 2014

CIEN AÑOS DE PLATERO (para Pili)

 La trascendencia de Platero y yo va más allá del prestigio de su autor,. Hay una regla no escrita en el sistema educativo español que lo considera el vehículo ideal para introducir a los niños en el género lírico, supongo que porque se considera que van a sentirse identificados con el compañero de andanzas del burrito "blanco, peludo y suave". No siempre es así, me consta que somos muchos a los que esta road movie sentimentaloide no nos interesó en absoluto aun a riesgo de parecer insensibles y que acabamos hasta el gorro de cielos añiles y mariposas anaranjadas. Todos los que sufrimos más con la muerte de Chanquete que con la del antipático borrico, habríamos firmado gustosos esta gamberrísima carta.

Carta de Luis Buñuel y Salvador Dalí a Juan Ramón Jiménez (1928)
Sr. Dn. Juan Ramón Jiménez
Madrid
Nuestro distinguido amigo: Nos creemos en el deber de decirle -sí, desinteresadamente- que su obra nos repugna profundamente por inmoral, por histérica, por cadavérica, por arbitraria.

Especialmente:

¡¡MERDE!!

para su Platero y yo, para su fácil y malintencionado Platero y yo, el burro menos burro, el burro más odioso con que nos hemos tropezado.

Y para V., para su funesta actuación, también:

¡¡¡¡MIERDA!!!!

Sinceramente

LUIS BUÑUEL SALVADOR DALÍ



Salvador Dalí explica la carta anterior
En aquel momento queríamos mandar, para crear una especie de subversión moral, una carta a la persona más prestigiosa de España, únicamente para provocar una reacción y que la gente dijera: "¿Por qué lo han hecho?", y tal y cual. Entonces habíamos escogido dos o tres, y habíamos pensado en Falla, que tenía un gran prestigio, para decirle que era un hijo de puta, etc.: lo más que se puede decir; los pusimos en un sombrero (los nombres), y salió Juan Ramón Jiménez. Justamente acabábamos de visitar a Juan Ramón el día anterior, que nos había recibido sentimentalmente: "A ver, esa juventud maravillosa...", y dijo haber encontrado unos chicos magníficos en nuestro grupo. Entonces, sale en el sombrero y escribimos la carta, que era una carta terrible contra Platero, que el asno de Platero era un asno podrido, aquello de las estrellas era un sentimentalismo...; además, es verdad, a mí nunca me ha gustado Juan Ramón Jiménez, encuentro que es un poeta pésimo. En el momento de echar la carta, Buñuel tuvo una duda, pero la echó, la echamos, y al día siguiente Juan Ramón estuvo enfermo, diciendo: "No comprendo, un día antes recibo a estos chicos; me parecen... Y al día siguiente me insultan de la manera más grosera..." Y no lo comprendió nunca. Fue una cosa incomprensible.



Después de leer la explicación de Dalí, la carta me parece aún más divertida y la reacción de juan Ramón hasta tierna. me pregunto quienes podrían ser los nombres prestigiosos que podrían estar en ese sombrero en la España actual: ¿Antonio Muñoz Molina, Luis García Montero? ¿Julio Medem, Trueba? Se aceptan sugerencias.

1 comentario:

  1. Ante todo muchísimas gracias por hacer pública esta maravillosa carta, debería haber
    sido portada en todos los periódicos, y por ser una de las personas con más amor
    que conozco y conocere, nunca. En cuanto al sombrero, el problema no es que haya nombres para meter, que hay, sino ¿Quiénes podrían sacar algo de ese sombrero? ¿Tenemos a un Buñuel, un Dali?, Solo puedo pensar en tí, y en Junior.

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