La trascendencia de Platero y yo va más allá del prestigio de su autor,. Hay una regla no escrita en el sistema educativo español que lo considera el vehículo ideal para introducir a los niños en el género lírico, supongo que porque se considera que van a sentirse identificados con el compañero de andanzas del burrito "blanco, peludo y suave". No siempre es así, me consta que somos muchos a los que esta road movie sentimentaloide no nos interesó en absoluto aun a riesgo de parecer insensibles y que acabamos hasta el gorro de cielos añiles y mariposas anaranjadas. Todos los que sufrimos más con la muerte de Chanquete que con la del antipático borrico, habríamos firmado gustosos esta gamberrísima carta.
Sr.
Dn. Juan Ramón Jiménez
Madrid
Nuestro
distinguido amigo: Nos creemos en el deber de decirle -sí,
desinteresadamente- que su obra nos repugna profundamente
por inmoral, por histérica, por cadavérica,
por arbitraria.
Especialmente:
¡¡MERDE!!
para su Platero y yo, para su fácil y malintencionado Platero y yo, el burro menos burro, el burro más odioso con que nos hemos tropezado.
Y para V., para su funesta actuación, también:
¡¡¡¡MIERDA!!!!
Sinceramente
LUIS BUÑUEL SALVADOR DALÍ
Especialmente:
¡¡MERDE!!
para su Platero y yo, para su fácil y malintencionado Platero y yo, el burro menos burro, el burro más odioso con que nos hemos tropezado.
Y para V., para su funesta actuación, también:
¡¡¡¡MIERDA!!!!
Sinceramente
LUIS BUÑUEL SALVADOR DALÍ
En aquel momento queríamos mandar, para crear una especie
de subversión moral, una carta a la persona más
prestigiosa de España, únicamente para provocar
una reacción y que la gente dijera: "¿Por
qué lo han hecho?", y tal y cual. Entonces habíamos
escogido dos o tres, y habíamos pensado en Falla, que
tenía un gran prestigio, para decirle que era un hijo
de puta, etc.: lo más que se puede decir; los pusimos
en un sombrero (los nombres), y salió Juan Ramón
Jiménez. Justamente acabábamos de visitar a
Juan Ramón el día anterior, que nos había
recibido sentimentalmente: "A ver, esa juventud maravillosa...",
y dijo haber encontrado unos chicos magníficos en nuestro
grupo. Entonces, sale en el sombrero y escribimos la carta,
que era una carta terrible contra Platero, que el asno
de Platero era un asno podrido, aquello de las estrellas
era un sentimentalismo...; además, es verdad, a mí
nunca me ha gustado Juan Ramón Jiménez, encuentro
que es un poeta pésimo. En el momento de echar la carta,
Buñuel tuvo una duda, pero la echó, la echamos,
y al día siguiente Juan Ramón estuvo enfermo,
diciendo: "No comprendo, un día antes recibo a
estos chicos; me parecen... Y al día siguiente me insultan
de la manera más grosera..." Y no lo comprendió
nunca. Fue una cosa incomprensible.
Después de leer la explicación de Dalí,
la carta me parece aún más divertida y la reacción de juan Ramón hasta tierna. me pregunto quienes podrían ser los
nombres prestigiosos que podrían estar en ese sombrero en la España actual:
¿Antonio Muñoz Molina, Luis García Montero? ¿Julio Medem, Trueba? Se aceptan sugerencias.
Ante todo muchísimas gracias por hacer pública esta maravillosa carta, debería haber
ResponderEliminarsido portada en todos los periódicos, y por ser una de las personas con más amor
que conozco y conocere, nunca. En cuanto al sombrero, el problema no es que haya nombres para meter, que hay, sino ¿Quiénes podrían sacar algo de ese sombrero? ¿Tenemos a un Buñuel, un Dali?, Solo puedo pensar en tí, y en Junior.